El planteamiento de FADO
La violencia de género es una dura realidad para muchas personas, y pedir ayuda puede parecer imposible, sobre todo para las que siguen en peligro. El proyecto FADO -Finding Assistance, Delivering Outreach- está rompiendo esas barreras con un nuevo enfoque que es práctico, seguro e impactante. Combinando el arte de contar historias con una plataforma en línea accesible, FADO ofrece a las víctimas una forma de encontrar ayuda sin exponerse a más riesgos.
El poder de contar historias
FADO utiliza el teatro socialmente comprometido para ayudar a las víctimas a compartir sus historias de forma segura y abierta. No se trata de revivir el trauma, sino de encontrar la fuerza para contar la verdad. A través de talleres y representaciones, las víctimas pueden ponerse en contacto con otras personas que entienden sus luchas, convirtiendo el aislamiento en un sentimiento de comunidad y comprensión.
Este tipo de narración no trata sólo del pasado, sino que es una forma de construir un futuro en el que las víctimas no se definan por lo que han pasado, sino por lo que decidan hacer a continuación.
Encontrando fuerza en contar historias
Como contar experiencias personales en un espacio seguro ayuda a las víctimas de violencia machista a reclamar su poder
Superando el aislamiento con conexión
El impacto del acceso remoto a una red de apoyo y a la expresión creativa para aquellas personas que aún están en peligro
Mantenerse a salvo con acceso remoto
Lo que realmente hace que FADO destaque es su plataforma en línea. Las víctimas pueden acceder a recursos, conectar con otras personas y aprender nuevas habilidades, todo ello sin tener que salir de casa ni exponerse al peligro. La plataforma está diseñada para ser fácil de usar, con vídeos, materiales interactivos y plataformas seguras en las redes sociales donde los participantes pueden compartir abiertamente sin miedo a ser rastreadas o descubiertas.

Creando una red de apoyo real
FADO no se limita a ayudar a víctimas individuales, sino que crea una red de personas que se preocupan por ellas. Al reunir a educadores, trabajadoras sociales, terapeutas y artistas, el proyecto garantiza que las víctimas reciban apoyo real de personas que entienden por lo que están pasando. También proporciona a estas profesionales las herramientas y la formación que necesitan para responder con compasión y habilidad.
Este tipo de red no se limita a apoyar a las víctimas, sino que reta a las comunidades a dar un paso adelante y abordar las causas profundas de la violencia de género.
Mirando al futuro
FADO es una promesa. Una promesa de que las víctimas no tienen por qué permanecer calladas u ocultas. Una promesa de que sus historias importan y pueden inspirar un cambio real. Al ofrecerles una forma segura de hablar y conectarse, FADO está ayudando a construir un mundo en el que la violencia de género ya no se ignora ni se acepta.
Al final, la fuerza de FADO es simple: escucha a las víctimas, las cree y les da las herramientas para reescribir sus propias historias, en sus propios términos.