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FADO destaca la urgencia de combatir la violencia de género

¿Por qué necesitamos un cambio?

La violencia de género es una crisis generalizada que exige medidas urgentes. Los datos de un estudio publicado en Health Promotion International por Beth R. Crisp y Ann Taket muestran que las intervenciones teatrales pueden cambiar significativamente las percepciones y las respuestas a la violencia de género. Por ejemplo, el reconocimiento de los comportamientos coercitivos como «muy graves» aumentó del 14,6% al 26,8% tras la educación teatral. Este hallazgo coincide directamente con el uso que hace el proyecto FADO del enfoque del teatro socialmente comprometido, que pretende concienciar presentando historias reales de supervivientes de toda Europa.

El estudio también informó de un aumento en la gravedad percibida de las actividades sexuales forzadas, del 73,2% al 90,2%, tras la participación en programas teatrales. Este es un argumento poderoso para el énfasis del proyecto FADO en la narración de historias como forma de confrontar los aspectos a menudo ocultos de la violencia de género. Al dar a las supervivientes una plataforma para compartir sus historias, FADO no solo educa a las audiencias, sino que también rompe el silencio que permite que la violencia persista.

La confianza para pasar a la acción es otro dato fundamental de los datos australianos. Tras asistir a las sesiones teatrales, el 58,5% de las participantes se sintieron con los recursos necesarios para intervenir contra la violencia de género, frente al 40% inicial. Sin embargo, la confianza para actuar por cuenta propia no cambió significativamente, lo que pone de relieve una laguna crucial en el apoyo a las propias supervivientes. Aquí es donde entra en juego el enfoque del proyecto FADO en la capacitación, ofreciendo talleres de formación para ayudar a las supervivientes a convertirse en facilitadoras y líderes comunitarias. Este enfoque no solo ayuda a las supervivientes a reclamar su voz, sino que también crea una red de defensores informados que pueden impulsar el cambio local.

Curiosamente, los datos australianos muestran un descenso en el número de participantes que recomiendan las líneas directas de crisis, del 55,2% al 41,9%, a pesar del aumento de su conocimiento. Esto sugiere una posible desconfianza o malentendido de estos recursos. El proyecto FADO aborda esta cuestión integrando la educación y la narración de historias para aclarar qué ofrecen estos servicios y por qué son esenciales.

De este modo, FADO genera confianza en los sistemas de apoyo disponibles.
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El consorcio

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Los datos también revelan que la respuesta más común a las revelaciones de violencia de género fue escuchar y ofrecer apoyo, según el 71% de los participantes en el seguimiento. Este hallazgo coincide con el énfasis de FADO en la escucha compasiva como parte fundamental de su apoyo a los supervivientes. Al crear espacios seguros para que los supervivientes compartan sus experiencias, FADO no sólo ayuda a la curación individual, sino que también promueve una cultura comunitaria de apoyo y empatía.

Las pruebas obtenidas en Australia lo dejan claro: las intervenciones basadas en el teatro pueden influir significativamente en la concienciación, las percepciones y las respuestas de la comunidad a la violencia de género. El enfoque del proyecto FADO —centrado en la sensibilización, la narración de historias y el empoderamiento de las supervivientes— no sólo es pertinente, sino que se necesita urgentemente en Europa. Al combinar educación, recursos prácticos y un enfoque centrado en el liderazgo de las supervivientes, FADO está dando un poderoso ejemplo de cómo abordar la violencia de género de forma integral. El camino hacia un mundo libre de violencia de género es largo, pero con iniciativas como FADO, es un camino que conduce hacia adelante—hacia la justicia, dignidad y seguridad para todos.

+ Fuente: Estudio publicado en Health Promotion International por Beth R. Crisp y Ann Taket.